España cuenta con 56 unidades especializadas, donde Cataluña y Madrid están a la cabeza en número

En la actualidad, España dispone de un total de 56 unidades de ictus, un número considerable que ha aumentado desde octubre que registraba 51 centros con este servicio especializado. La atención y los recursos han mejorado pero todavía queda recorrido por hacer para lograr que el cuidado de esta enfermedad sea una asigantura de sobresaliente.

Todas las comunidades, a excepción de Ceuta y Melilla, cuentan a día de hoy con al menos una. Sin embargo, hay aproximadamente 21 provincias que no tienen. “En estos momentos, la distribución es muy irregular y existen grandes diferencias entre unas y otras”, ha explicado a este medio el coordinador del Grupo de Estudios de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología (Geecv-SEN), Jaime Gállego. En este sentido, el experto ha señalado que lo realmente ideal sería que hubiese una cama de ictus por cada 75.000-100.000 habitantes.

Hoy por hoy, Cataluña y Madrid están a la cabeza en número de unidades, con 11 y nueve respectivamente. Valencia con seis y País Vasco con cinco son las siguientes en la lista. En contraposición, Cantabria, Castilla La Mancha, Baleares, La Rioja y Galicia son las que menos cuentan, únicamente con una.

LA UNIDAD DE ICTUS REDUCE LA MORTALIDAD

Las unidades de ictus son zonas ubicadas dentro de los hospitales en las que hay entre cuatro y seis camas para atender cualquier tipo ya sea hemorrágico (hemorragias cerebrales, que se producen cuando un vaso sanguíneo se rompe) o isquémico (infartos cerebrales que se producen  cuando una vena se obstruye). Según Gállego, este departamento es “el recurso asistencial más eficiente porque reduce la mortalidad, hace que disminuya la dependencia y es coste-efectivo”.

Para solucionar las diferencias entre comunidades, el experto ha afirmado que es necesario que el sistema esté organizado, bien distribuido y que se dote a los territorios en función del número de habitantes. “Se debe disponer de una estrategia que sea evaluada periódicamente y que sea actualizada. Que tanto sociedades científicas, organizaciones públicas, Administración Central, autonomías y asociaciones de pacientes trabajen de forma conjunta”, ha aclarado el experto recordando así que los recursos se deben emplear de forma “racional y equitativa”.

¿Cómo mejorar?

Hoy por hoy,  el ictus es la primera causa de muerte entre las mujeres españolas y la segunda en los hombres, según datos del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología (Geecv-SEN). Para mejorar la situación, Gállego ha señalado que se debe “trabajar de acuerdo a las necesidades, a la estructura, la organización y las características geográficas de las comunidades”. Asimismo, se debe mejorar la educación sanitaria de la población y que los ciudadanos conozcan cómo afrontar esta patología.

Por otro lado, el ‘Código Ictus’, que es el procedimiento de actuación sanitaria prehospitalaria basado en el reconocimiento precoz de los síntomas, la priorización de cuidados y el traslado inmediato por parte de los Servicios de Urgencia a un hospital con esta unidad, se debe extender más.

Nuria Fernández Gámez. Madrid

Fuente:  estusanidad.com