Estimular un área específica del cerebro podría ayudar a mover los brazos paralizados por un ictus.
Un estudio con 30 pacientes realizado por investigadores de Washington, en Estados Unidos, ha descubierto que la estimulación magnética de una parte específica del cerebro puede afectar a los movimientos de los brazos paralizados por un accidente cerebrovascular, aumentando la esperanza de que, en el futuro, la terapia focalizada en esta área podría ayudar a liberar el brazo y restaurar un cierto uso de la extremidad afectada por el derrame cerebral.
Un estudio con 30 pacientes realizado por investigadores de Washington, en Estados Unidos, ha descubierto que la estimulación magnética de una parte específica del cerebro puede afectar a los movimientos de los brazos paralizados por un accidente cerebrovascular, aumentando la esperanza de que, en el futuro, la terapia focalizada en esta área podría ayudar a liberar el brazo y restaurar un cierto uso de la extremidad afectada por el derrame cerebral.
La investigación, que se presenta en Neurociencia 2015, la reunión anual de la Sociedad para la Neurociencia, se centró en los cambios transitorios que la estimulación magnética transcraneal (TMS, por sus siglas en inglés) puede aportar en pacientes con deterioro gravemente incapacitante del brazo tras un accidente cerebrovascular.
"Poca investigación ha mirado esta población gravemente afectada, con la mayoría dirigida a mejorar alteraciones del movimiento relativamente suaves, y, como consecuencia, no hay un tratamiento validado disponible para ayudar a las personas con las discapacidades más severas", subraya Rachael Harrington, estudiante de cuarto año de doctorado en el Programa Interdisciplinario de Neurociencia del Centro Médico de la Universidad de Georgetown (GUMC, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos, encargada de presentar el estudio.
Harrington trabaja con la investigadora principal, Michelle L. Harris-Love, miembro del Centro de Plasticidad Cerebral y Reparación, un programa basado en la Universidad de Georgetown y la Red Nacional de Rehabilitación MedStar (MedStar HNR). Harris-Love dirige el Laboratorio de Mecanismos de Rehabilitación Terapéutica (MOTR, por sus siglas en inglés) de MedStar HNR.
El estudio de prueba de principio muestra un papel para controlar el movimiento del brazo afectado en el lado del cerebro no afectado por el derrame cerebral, dice esta experta. Modular la función de esta área usando la estimulación magnética transcraneal modificó la función motora de una manera no observada en los pacientes con insuficiencia más leve del brazo. Esto sugiere que el área de orientación puede tener un papel especial en la recuperación para los pacientes con deterioros más graves.
Los estudios de seguimiento evaluarán si la estimulación repetida de la parte no afectada del cerebro puede ayudar a "enseñar" a controlar el brazo dañado, dice Harrington. "Estimular esta zona varias veces puede obligar al cerebro a utilizar esta zona latente, activando neuronas para que se conecten", señala esta investigadora.
"Estos hallazgos ofrecen la promesa de que estos pacientes puedan ser capaces de recuperar la función, la independencia y una mejor calidad de vida", dice Harrington, agregando que entre el 30 y el 40 por ciento de los 600.000 accidentes cerebrovasculares que se producen cada año tienen como resultado el deterioro crónico del brazo.
La TMS, actualmente aprobada por la agencia norteamericana del medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) solamente para la depresión resistente a los medicamentos, se está probando como tratamiento para una amplia variedad de trastornos cerebrales.
Fuente: http://noticias.lainformacion.com/