Los especialistas apuestan por los anticoagulantes para prevenir segundos ictus.
Se sitúan como primera opción para cardiólogos y neurólogos a la hora de tratar a pacientes de alto riesgo como son aquellos que presentan fibrilación auricular no valvular.El perfil de seguridad de los anticoagulantes de acción directa (ACOD) les sitúa como primera opción para cardiólogos y neurólogos a la hora de tratar a pacientes de alto riesgo como son aquellos que presentan fibrilación auricular no valvular (FANV) y aquellos que han sufrido un ictus previo. Así, consideran que el papel de los ACOD es clave para prevenir un segundo ictus isquémico o un evento hemorrágico.
La fibrilación auricular no valvular afecta en España a más de 800.000 personas y es el principal factor de riesgo en el ictus cardioembólico
Esta es una de las principales conclusiones de la XIX edición de la reunión CardioForo 2016, centrada en la formación continuada en Cardiología, que se ha celebrado recientemente en Madrid y que ha contado con la colaboración de la Alianza Bristol-Myers Squibb-Pfizer. Según se ha abordado en este encuentro, una de las principales mejoras que se podría aplicar para la prevención del ictus cardioembólico a través del tratamiento anticoagulante es identificar mejor al paciente con mayor riesgo tromboembólico asociado a FANV.Â
PERSPECTIVA NEUROLÓGICA
En la mayoría de las ocasiones, el paciente llega al neurólogo cuando ya ha sufrido un ictus previo por lo que se trata de un paciente de muy alto riesgo de recurrencia isquémica o problema hemorrágico.
Al respecto, José Vivancos, jefe del Servicio de Neurología y coordinador de la Unidad de Ictus del Hospital Universitario de La Princesa (Madrid), señala que “el principal factor de riesgo en el ictus cardioembólico es la FANV, pero además en muchos casos los pacientes son hipertensos, diabéticos o han sufrido un ictus previo”. Y añade “estos factores elevan a un 20% la probabilidad de tener un primer ictus o recurrente, un porcentaje muy alto”.
Desde el punto de vista de neurología, el perfil de seguridad de los ACODs y la ausencia de interacciones con otro tipo de medicación son ventajas clave para estos especialistas. Por lo tanto, para Vivancos “estos pacientes son candidatos a recibir anticoagulación oral con ACODs porque aportan eficacia en cuanto a la prevención y fundamentalmente seguridad. Un paciente que ha tenido un ictus tiene el doble de riesgo de sufrir un nuevo ictus que un paciente que no lo haya tenido”. La FANV afecta en España a más de 800.000 personas y, según los expertos, se calcula que aproximadamente un 55-60% de los ictus cardioembólicos tienen su origen en la FANV
Fuente: consalud.es